Tres semanas sin tregua.

Ayer se confirmaba lo que todos sabían, el Schalke y el Manchester cerraban el trámite ante un Inter y un Chelsea que parecían estar de vacaciones, pero la noticia mundial, se daba en Ucrania y en Londres, pues Barcelona y Real Madrid sumaban al calendario el 5º y 6º clásico del 2011, con la posibilidad de un séptimo dependiendo del calendario de la LFP 2011/2012.

Con un récord histórico de 100-89 (51 empates) a favor de los catalanes, pero, un récord oficial a favor de los blancos, 85-82 (42 empates), se demuestra que el clásico, siempre, es parejo, no importa si se juega Champions, Liga, Copa o el refresco en el recreo, el clásico se vive con una intensidad única y admirable.

Normalmente no me gusta poner anécdotas personales, pero hace poco veía el España – Alemania y luego el España – Holanda de semifinales y finales de MUNDIAL, e inmediatamente se analizó el video de un clásico, y la velocidad e intensidad parecían duplicarse en el duelo de clubes, curioso, pero cierto.

Vienen cuatro clásicos, cinco resultados, pues en Champions, contará cada encuentro y el resultado global, domingo, miércoles, miércoles y martes en semanas consecutivas, el mundo aficionado al fútbol paralizara, pues si bien, fuera de España, el clásico se vive diferente, al final se vive también con mucha intensidad.

Dentro de la comunidad española, el clásico para muchos, va más allá del mero deporte, va con la historia, los ideales, la política, la identidad y hasta el propio origen, para otro gran sector es un odio meramente deportivo pero que tiene años forjándose y volviéndose cada vez más intenso, pero en el mundo, y gracias a las tecnologías de telecomunicaciones y las multinacionalidades de los jugadores en las plantillas, el clásico ha comenzado a trascender, y si no me equivoco, se esperan 500 millones de telespectadores para cada uno de los clásicos.

Los ingresos que presentarán estos clásicos representan el 4% del PIB total de España, vamos, una barbaridad, y está en los jugadores, que cada Euro tenga su recompensa.

El sábado y en adelante, las palabras ya no importan, los números están en el papel y la historia atrás, dos oncenas se partirán el alma por demostrar, seguramente, cual es el mejor equipo del mundo en el instante, en fútbol puro, el Barcelona pareciera estar muy por encima del conjunto capitalino, sin embargo, insisto, el Madrid tiene magia, una magia que lo hace ganar y sobresalir ante adversidades, un espíritu que pocas veces ha mostrado el Madrid del talonario, pero que claro que lo puede recordar.

En juego están la Copa, la Champions y aún matemáticamente la Liga, el que quiera ser el mejor, debe pasar por encima de su máximo y eterno rival, de su antónimo, de su némesis, el Barça buscará venganza del 2002, mientras el Madrid busca olvidar la ‘manita’ y el 2-6 en el mismísimo Bernabéu, el Madrid no será el mismo del 29 de noviembre, este será El Madrid con mayúsculas.

El balón será del Barcelona, las contras peligrosísimas del Madrid, la contundencia ¿de quién será? ¿Quién sacará el saldo más positivo del póker de clásicos? ¿Vencerá UNICEF o Bwin? ¿Madrid o Barcelona? ¿Cantera o Cartera? ¿Culé o Merengue? ¿Blaugrana o Blanco? ¿Control de juego o contras letales?¿CR o Messi?¿Central portuguesa o central española?

Tomen precauciones, tengan el número del cardiólogo a la mano, compren botanas, desconecten teléfonos, preparen las cervezas y los refrescos y a disfrutar del fútbol.

PD: Seguramente en los cuatro clásicos habrá polémica arbitral, pero, no dejemos que los medios nos deterioren nuestro criterio y hagamos que esta polémica y potenciales errores pasen a segundo término, que gane el fútbol, que domine el fútbol y recordemos que al final, como hace un año, puedes odiar deportivamente a tu rival, pero los primeros en abrazarse tras coronarse reyes del mundo, fueron Busquets y Casillas en un mar de lágrimas, el fútbol une y que la violencia que se pudo ver en la cancha en noviembre, no aparezca en el césped estas tres semanas.

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