lunes, 7 de agosto de 2017

La evolución, revolución y "no-evolución" del Culé.

El Barça es un ente extraño dentro del fútbol profesional. Del año 2009 al presente la afición ha crecido desmedidamente. Lo cual ha llevado a que incluso dentro de los mismos cules no se pongan de acuerdo. Los nuevos aficionados (aquellos que dicen que Neymar fue peor que Figo… porque simple y sencillamente no vivieron aquel momento) se han empeñado en decir que la esencia del club es el 1-4-3-3… olvidando que el inicio del exitoso proyecto se dio con el 1-3-4-3… dentro de esta postura nos encontramos con que el Barça debe tocar y tocar hasta el cansancio y deshacerse de jugadores físicos… lo que ha generado un desequilibrio en la parte central media y defensiva. Olvidando que en todos los procesos exitosos teníamos contenciones fuertes y recuperadores. Lo cual hoy por hoy no existe y ha sido uno de los puntos débiles.
También se está cayendo de nueva cuenta en el máximo error histórico de nuestro club. El victimismo ante los arbitrajes. No. La culpa de los fracasos del Barça no es de arbitrajes en contra así como los éxitos no son gracias a los mismos. No podemos volver a ser el club víctima, no podemos volver a ese chip que tanto nos costó cambiar para ser ganadores y referencia.
Tampoco podemos caer en la demagogia y decir que todos quieren y deben querer jugar en o ser partícipes del club. Somos uno de los grandes y hay muchos más clubes grandes y otros emergentes y hay que competir con ellos. Es lo bonito del fútbol.
Si no entendemos que los rivales han crecido mucho y que hoy por hoy hay equipos muy buenos y otros mejores. Como, aunque nos duela, el máximo rival. Nuestro regreso al escalón élite será aún más complicado de lo que creemos.
Por último hay que entender los roles dentro y fuera de la cancha. El contención debe recuperar y repartir y el centro delantero generar peligro. Lo mismo en la estructura. Los jugadores deben jugar y no andar con actitudes fuera de la cancha que no les corresponden. El DT debe dirigir y la directiva gestionar. El aficionado sólo tiene una función. Apoyar y aplaudir o criticar. No ficha no dirige no gestiona. Punto.
Debemos evitar que los jugadores hablen de mas en medios de comunicación y aún más en redes sociales. Que ellos deben jugar y representan al club.
Este año toca volver a ser temido en el mundo. Confío así será con un entrenador que si sabe dirigir.
No dejemos que los pseudocules nos representen.
El Barça es más grande que cualquier individuo. Si. Incluido Messi.
Dejémonos de tonterías y rescatemos los valores reales del Barça. Que aunque a muchos les duela incluye el catalanismo. Pues hemos sido bandera de una cultura oprimida durante décadas.

Visca el Barça i Visca Catalunya! Bon any i a per tot.