¿Los fallos de siempre o mala leche?

El mundo del fútbol está viviendo una ‘crisis’ arbitral, en todas las latitudes del planeta cada fin de semana se abre un expediente exponiendo todos y cada uno de los errores arbitrales, muchos dicen que el fútbol y la velocidad del mismo ha rebasado la capacidad de los árbitros para manejar los encuentros, cosa que quizá sea cierta, sin embargo, los equipos con pocos argumentos futbolísticos basan y justifican sus malos resultados en estos errores.

Conspiraciones, compras de árbitros, robos, odios, amores, todo es justificación para una derrota, sin importar si los delanteros fallaron tres claras, o el equipo tan solo chutó una vez a puerta, o la defensa tuvo fallos clamorosos, no, esto no importa, lo importante es que el línea se equivocó en un fuera de lugar por 3 milímetros, o que el árbitro consideró que arrollar a alguien sin querer también era falta.

Sin embargo, esto no es solamente parte de los mismos clubes o equipos, puesto que también la prensa y afición se ha empeñado en darle un papel protagónico a los colegiados.
Noticias redactadas individualmente para señalar el fallo de un árbitro, lleno de comentarios de la afición acribillando y destrozando el trabajo de un hombre que con casi toda seguridad lo hace de manera honesta y sin intenciones.

Nombres de árbitros saltan siempre, como del equipo contrario, alguno existirá que siempre perjudique un color en específico, sin embargo, cuando ese mismo árbitro marcó algo dudoso en tu contra, pero algo más grave y erróneo a tu favor, no puedes decir que ese señor va en contra tuya, ya basta de justificarse.

Volviendo a la prensa, la tecnología ha crecido exponencialmente y por tanto dentro del campo tenemos cada vez más cámaras ubicadas en puntos claves, con el fin de obtener la mejor toma, incluso estas cámaras cada vez cuentan con más cuadros por segundo, lo cual nos permite ver las jugadas repetidas a manera que nos permite ver casi todo como sucedió, de la manera más lenta posible. Sin embargo, esta tecnología, tan buena para conocer ciertos aspectos de nuestro deporte, han servido para demostrar que por un milímetro el árbitro estaba equivocado, cosa que hace años, era imposible de lograrse por lo que las decisiones de los colegiados, erróneas o correctas no eran puestas en duda tan seguido.

Lo lamentable es lo que se ha llegado a hacer con estas tecnologías, con el fin de cambiar el criterio del público, pues en una computadora de casa, alguien puede tomar una imagen y borrar un jugador o alejar más la pierna o moverlo un nanómetro hacia adelante, o tomar un video y eliminar fotogramas para demostrar que los árbitros juegan siempre ‘a favor’ de alguien.

Los árbitros te quitarán y te darán, y casi siempre las equivocaciones o jugadas dudosas se inclinarán hacia los equipos con mayor historia, eso es algo que los árbitros traen en el inconsciente, aunque sea incorrecto, pero esto sucederá siempre y en todos los deportes.

Dejemos que los árbitros hagan su trabajo, que lleven el partido y señalemos sus errores con el fin de corregirlos, no con el fin de demostrar, manipular y obligar a la gente a pensar algo, no hagamos ‘encabezados dirigidos’ sino objetivos que permitan al público sacar su propia conclusión, no es lo mismo poner “Gol anulado al equipo ‘A’ por un fuera de lugar muy difícil de ver” que poner “Por enésima vez el equipo ‘B’ es favorecido ante la duda” ¿o sí?

El árbitro siempre será el negrito en el arroz, la oveja negra, sin embargo, siempre será parte fundamental para el desarrollo y la historia de nuestro deporte.

Hay tecnologías que se podrán aplicar en el momento pertinente, sin embargo, el detener el juego para tomar alguna decisión con base en una repetición, es algo en lo que yo, y afortunadamente mucha gente que ha jugado al fútbol, está en desacuerdo.

PD: Al final, la polémica es parte fundamental y linda de nuestro deporte, sino, ¿qué se discutiría cada lunes en el colegio y en el trabajo?

PD 2: Repito una de mis frases favoritas para el arbitraje: “Y del árbitro, división de opiniones, unos se acordaron de su madre y otros… de su padre” - José María García, periodista español.

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