martes, 26 de julio de 2011

Desconocido en casa.

Un fragmento de un capítulo del libro que se está preparando.

Josep Guardiola i Sala, mejor conocido en el mundo como ‘Pep’, regresaba al primer equipo del Barcelona, ahora como entrenador, en quizá uno de los retos más importantes de su carrera.

Poco había que decir sobre este ‘caballero’ de las canchas, puesto que su enorme y exitosa carrera es conocida por todo el entorno futbolístico, y aún más por su propia ‘familia’, la blaugrana.

En 1990 y frente al Cádiz, el Camp Nou vería debutar a un joven de 19 años y a pesar de su enorme calidad y un bastante buen juego, a pesar de que el Barcelona no daría su juego más brillante a pesar del 2-0 a su favor, pocos imaginaban que aquel muchacho que debía dejar los nervios de lado para convencer a su míster, llegaría a ser una leyenda culé, su impecable trayectoria dentro del club, le llevaría a ser pieza fundamental en el medio campo del Dream Team, equipo que conseguiría ganar muchos títulos y lo más importante, enamorando a todo público que pudiese verle.

Su palmarés como jugador es envidiable, aunque solo cuenta con títulos conseguidos en el cuadro catalán, donde se pueden contabilizar seis Ligas (1991, 1992, 1993, 1994, 1998 y 1999) 4 Supercopas de España (1991, 1992, 1994 y 1996), 2 Copas del Rey (1997 y 1998), 1 Champions (1992), 2 Supercopa de Europa (1992 y 1998), 1 Recopa de Europa (1997) y con la Selección Española, el Oro en Barcelona 1992.

Y después de más de 10 temporadas como culé, estrictamente en el primer equipo, pues como sabemos, es producto del trabajo de fuerzas infantiles del Barça, el gran Capitán, y eterno número ‘4’ del cuadro catalán debía emigrar, y su primer destino sería Italia, donde llegaría para jugar con el Brescia, donde tendría muy poca actividad y para el siguiente año y a pesar de cambiar de equipo a la Roma, su suerte no sería mejor, lo que significaba su regreso al cuadro de la Brescia. Y para terminar su carrera como futbolista, viajaría a ligas más exóticas, como la de Qatar, donde jugaría dos años para el Al-Ahli y la mexicana donde sufriría el descenso con los Dorados de Sinaloa, sin embargo, estas experiencias seguramente fueron importantísimas y muy determinantes en su formación.

Sin embargo, y a pesar de toda su experiencia, la afición y la prensa eran muy escépticas con la llegada del de Sampedor, puesto que su gran experiencia como jugador y como culé, contrastaba con su escasa experiencia como director técnico, donde, a pesar de haber salido campeón con el Barcelona ‘B’ en la Liga de Fútbol de la Tercera División, un año a cargo de un equipo de categoría ‘B’ y con un objetivo principal meramente formativo, parecía no darle los papeles necesarios para merecer sentarse en el banquillo del Camp Nou.

Sin embargo, y a pesar de todas las críticas, la directiva decidió darle todo el apoyo y el símbolo culé, sería el encargado capitanear la nave culé, que se internaría en un océano lleno de complicaciones, emociones, alegrías, felicidad, obstáculos y sobre todo éxito, pocos aficionados, periodistas, expertos y me atrevo a decir, el mismo Guardiola y sus jugadores, se imaginaban la historia que estaba por comenzar a escribirse, la historia del ‘Pep Team’…

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