Ver el siguiente video: http://www.youtube.com/watch?v=OkbhqEjNKiY
El título pareciera muy claro, vamos a platicar sobre el futuro, sin embargo, a veces al platicar del futuro es mejor hablando del pasado y del presente, podrá sonar irónico, sin embargo, toda la vida es con vista al futuro, y al voltear al pasado, nos damos cuenta si nuestro futuro planeado se ‘cumplió’ o simplemente nos desviamos en el camino.
El deporte, el cine, el fútbol, como nos lo hacen ver Guardiola y Trueba, son muy similares a la vida misma. Al final la vida es un juego, donde planeamos a futuro, vemos resultados, nos preparamos, y al final dependemos de un equipo, sea nuestra pareja, nuestros papas, nuestros amigos, nuestros hermanos y nuestros compañeros.
Cuando uno tiene la pasión por la labor que desempeña, no solo el amor y la afición, sino ese ‘plus’ que llamamos pasión, es mucho más fácil trabajar, uno es feliz y disfrutar incluso de los momentos difíciles con la firme intención de aprender de ellos. Pero cuando uno trabaja con un grupo de personas y aparte los dirige para un fin en común, como lo es el fútbol, es muy importante contagiar esta pasión, demostrarla, ‘enamorar’ a los jugadores, compartir experiencias, lo bueno, lo malo y cualquier pequeño detalle que se puede convertir en gigante.
Es importante dar un trato equitativo, sin embargo, y es muy importante este punto, no todos son iguales, por el contrario, cada quien es un individuo y cada quien tiene su propia esencia, por lo que el trato, nunca podrá ser el mismo para cada uno.
A fin de cuentas, cada uno de los jugadores se desenvuelven y desarrollan de formas únicas y especiales, no todos reaccionan ante los mismos estímulos, y mucho menos, progresan ante estos, de forma muy sencilla, hay jugadores que tras una jugada, necesitan el apoyo del entrenador, explicándole que tiene toda la capacidad para hacerlo bien y corregir cada uno de los errores, sin embargo, existen aquellos que ante la misma jugada, con el mismo resultado, necesitan de un fuerte regaño que los haga reaccionar, lo que algunos llaman una ‘sacudida’ que los haga entrar en razón e incluso hay quienes necesitan una conversación extra cancha que los pueda hacer entrar en razón ante lo mismo.
Al final la intuición y los conocimientos que uno tiene, deben mezclarse de tal forma que no solo se logre transmitir a su equipo de trabajo sino que sea una motivación para todos y cada uno de los jugadores.
Dicen que el tiempo nunca es suficiente, sin embargo, si uno sabe administrar su tiempo, planifica, estructura, entiende, y está dispuesto a trabajar, puede generar el conocimiento, la empatía, el amor, la estructura, y todo lo necesario para salir adelante y que simple y sencillamente la palabra tiempo no sea un factor negativo en el progreso del equipo.
Como conclusión, lo más complicado, pero al mismo tiempo lo más hermoso y satisfactorio, será “sacar lo mejor de cada uno de tus jugadores” con un objetivo común, el éxito del equipo.
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