Goles son amores.

El Fútbol Club Barcelona, es y sigue siendo el mejor equipo del mundo, quizá de la historia, punto a discutir muy a fondo y muy interesante entrando en las siempre odiosas comparaciones, sin embargo, este equipo es tan bueno, que después de tres empates, en Anoeta, Mestalla y ante el Milan, muchos hablarían de crisis, mini crisis, o como le quisieran poner, sin embargo, si bien es cierto que el Barça ha demostrado muchas deficiencias defensivas y un poco de dificultad para remontar resultados en contra, los empates parecen fortalecer a este grupo de jugadores que no hace más que dar satisfacciones a sus aficionados y generar bilis en sus retractores, saludos a los de siempre.

En tan sólo cinco días, el fútbol del Barcelona, parecería volver a su máxima expresión. Y golearían a un Atlético que venía en un gran momento, con un gran Falcao, anotando cinco goles sin respuesta, aunque de nueva cuenta, la línea de tres generaría muchas complicaciones para la defensiva, sobre todo por la banda.

Claro que en el Camp Nou, el Barça podría jugar con ‘línea de 1’ y de igual manera dominaría y seguramente terminaría pasando por encima de sus visitantes, como lo ha hecho.

No es que el Barça anote más o ataque mejor al jugar con tres defensas, sino que en casa, estos resultados son más que esperados, el Barça siempre estará por encima de aquellos equipos que se paran con muchas reservas en la cancha.

Sin embargo, este es el mejor equipo del mundo y ha aprendido a sobreponerse a los momentos más difíciles y complicados, y tras tantas críticas recibidas, al final ya solo está por debajo del líder, como el equipo que más anota, con Messi como Pichichi, sin anotar un solo gol de penalti, y con claros errores arbitrales en su contra que le acabaron costando puntos. Y en Champions, simplemente es importante generar los puntos necesarios para la clasificación y un 5-0 en un país ex soviético nunca será sencillo, donde de nueva cuenta, Messi haría suya la cancha y la admiración.

‘Goles son amores’ y después de esta mal llamada mini crisis, el Barça por fin responde, sin embargo, y muy al estilo Guardiola, el Barça deberá mantener la calma y que si bien cuando hay problemas, no todo está mal y siempre hay cosas que rescatar, cuando se gana o se golea, tampoco todo está perfecto y siempre habrá que corregir puntos específicos y puntuales del equipo.

Y por último, lo de Messi ya es de escándalo, apenas tiene 24 años y el culé no se cansa de romper récords y de causar admiración en el mundo, cada que se para en la cancha, la noche se vuelve mágica, y las defensas laten de admiración pero tiemblan de temor, saben que su portería será víctima de Messi, ya sea por medio de goles o asistencias, y con la conexión que existe al lado de Cesc, el argentino da aún más miedo. Que grande jugador, que maravilla de futbolista y aparte, buen compañero, para mi, como para muchos, el mejor jugador de la historia, sin importar lo que pase en mundiales.

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Diferentes formas de empatar.

El Barça tenía que visitar Mestalla, el campo de un flamante Valencia líder de la Liga, un campo sin dudas complicado donde Pep volvería a intentar una línea de tres en el fondo, formada por Mascherano, Puyol y Abidal.

Nada más empezar el juego, el Valencia comenzaría haciendo trizas la defensa culé, que cuando juegan de este modo, dejan vía libre en las bandas que nadie logra cubrir en los momentos oportunos y así sería cuando apenas pasando el décimo minuto, tras una jugada por la banda, vendría un pase cruzado que Abidal tocaría enviándolo a propia puerta tras una salida de Valdés que no se comunicaba con el francés.

Sin embargo, inmediatamente, tras una jugada hermosa entre Cesc y Messi, el argentino enviaría un balón exacto a la entrada de Pedro quién pondría el empate en el luminoso.

El partido sería de ida y vuelta con oportunidades en ambos marcos, sin embargo, la defensa culé seguiría sufriendo demasiado con cada ataque por la banda y los líderes no tardarían en aprovecharlo, cuando después de una jugada que volvería a sacar a Mascherano y a Puyol a la banda, Busquets volvería a dejar morir sola a su defensa cuando su recorrido e integración no se daba y Abidal no alcanzaba a cortar el trazo que Pablo acabaría enviando a las redes. Un triunfo valenciano merecido por su desempeño en la cancha.

Para la segunda mitad Pep corregiría y la defensa volvería a trabajar con línea de cuatro, para de este modo, volver a defender de manera correcta y por supuesto, volverá dominar el encuentro.

El dominio se volvería asfixiante para un Valencia que de todos modos no dejaba de preocupar a los culés, sin embargo, después de muchos intentos, y con un Messi desatinado en la definición y un balón al palo del ‘jefecito’, sería el 10, quien pondría un balón exacto a su ‘fiel compañero’ Cesc, quien con la tranquilidad de un centro delantero, definiría con pierna izquierda para decretar el empate.

Los últimos quince minutos serían de una tormenta culé que no vería premio de cara a puerta y finalmente el árbitro decretaría un el final del encuentro con las tablas en el marcador en un gran partido de fútbol, donde se comprobó que la defensa de tres le funciona al Barça cuando no se le ataca, pero cuando el rival decide ofenderle, lo mete en muchos problemas.

Por otro lado el Madrid saldría con un muy triste empate a cero frente al Racing, en un partido que no dejaba mucho para la historia, donde lo único rescatable era la salvada de Casillas que evitaba que el Madrid perdiera otros tres puntos y tan sólo fueran dos, sin embargo, a la salida, Mourinho volvería a autoexonerarse defendiendo lo indefendible y culpando las ‘simulaciones’ del Racing de cortarles el ritmo, un pretexto muy bajo y patético para un equipo que ha gastado más de 400 millones de euros en fichajes en tan sólo 3 años.

Todo esto contrastaba con la manera de asimilar el ‘tropiezo’ en el cuadro culé, donde sí que había motivos para quejarse, pues tan solo empezando el partido, al minuto 20, Rami, con 1-1 en el marcador y con una amonestación en su cuenta, cometería una flagrante falta dentro del área, que se debía traducir en un clamoroso penalti y segunda amarilla para el jugador ché, sin embargo, el árbitro decidía hacerse el ciego y no meterse en problemas y ya en el descuento del partido, Miguel cometería otra entrada por detrás a Messi que debía ser marcada como otro penalti en los últimos instantes del encuentro, que tampoco se atrevió a conceder y para terminar con su desastroso trabajo, añadiría 4 minutos, y tras una expulsión donde Alba se comería casi un minuto en salir, el colegiado decidía finalizar el encuentro apenas pasando el minuto tres, faltando más de 30 segundos para que se cumplieran los 4 que había decidido otorgar, la razón, solo él la sabe.

Sin embargo, a pesar del terrible trabajo del colegiado, los culés hicieron mutis y no justificaron el empate en ninguna de estas acciones, como debe hacer un equipo grande que clama defender el fútbol.

Gracias Valencia, gracias Barcelona por el hermoso fútbol que nos regalaron y por comprobar que no sólo se puede ganar por marrullerías y guarrerías.

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El mito del pasillo.

Ante ciertos comentarios impotentes y estériles cada día nos percatamos en mayor medida que en los últimos 3 años, los aficionados del Madrid solo han podido acallar la vergüenza deportiva que ha sufrido su equipo con tres burlas hacia los culés, el gol de Cristiano en la final de Copa, la eliminación del Barça a manos del Inter de Milán (dónde la participación del equipo blanco fue nula) y del famoso pasillo del 2008, sin embargo, las últimas dos son una falacia al momento de intentar utilizarlas contra la entidad blaugrana.

Era la jornada 36 de la Liga de la Primera División Española en la temporada correspondiente a la 2007-2008, y tras una buena temporada, y después de no dejar la cima de La Liga, desde la segunda jornada, el Real Madrid se alzaría como campeón reinante y debía recibir al Fútbol Club Barcelona, su más acérrimo rival, en el Santiago Bernabéu.

Era la fiesta del Madrid, enfrentar al Barcelona como campeón y no solo eso, la oportunidad de ‘estrenar la corona’ venciendo al más grande rival era algo sumamente atractivo.

Por su parte el Barcelona llegaba tras una pésima temporada, donde no alcanzaría ni los 70 puntos, ganando apenas 19 partidos y resignado a una tercera posición que incluso le obligaría a jugar la previa de la Champions.

Sin embargo, y a pesar de la gran rivalidad existente, al Barcelona le correspondía reconocer al campeón con el ya famoso ‘pasillo’, que siempre se ha hecho cuando un equipo es campeón prematuramente en la Liga.

El Barcelona como todo un equipo y ‘més que un club’ dejaría de lado el orgullo y con el señorío que corresponde a un equipo grande se colocaría sobre la cancha para hacerle el pasillo de campeón al Real Madrid comandado por Raúl y Casillas, íconos del club.

Sobre el campo de juego se encontraban Valdés, Zambrotta, Márquez, Henry, Yaya, Gudjhonsen, Abidal, Puyol, y el mismísimo Messi entre otros, comandados por el míster holandés, Rikjard.

Este acto de reconocimiento al campeón y por tanto mejor equipo de una temporada se llegó a tomar, tanto de un lado como de otro, de una manera un tanto distorsionada y por supuesto perversa, como una humillación al Barcelona, desviando la atención de lo que realmente significaría, un homenaje al campeón, una reconocimiento al mejor equipo de la temporada, dignificación propia asimilando y aceptando que el otro había sido mejor, y símbolo de deportividad.

Más allá de cualquier rivalidad, el deporte es y debe ser un evento hermoso, de competencia sana y de madurez tanto al ganar como al perder, ambos equipos mostrarían madurez bajo una atmósfera de pleno respeto, insisto, dentro de la cancha, dónde el Real Madrid propinaría a los culés una goleada que para la mayoría de los pseudoaficionados pasaba a segundo término.

No, el pasillo no debe ser tomado como una burla, una humillación o aplastar ‘aún más’ como algunos lo llaman, al rival, es hora de dejar de lado estos mitos sobre el pasillo, que incluso ya en alguna ocasión el Barça había recibido del mismo Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu donde Maradona, Ronaldinho y Messi, han sido aplaudidos, demostrando que la rivalidad deportiva no debe cegar al aficionado que no fanático e incluso últimamente lo recibió del equipo con el que hay si no mayor rivalidad, muy similar, aunque se viva de forma distinta, el Espanyol, que en el 2006 recibirían al Barcelona como equipo campeón.

Al buen aficionado al fútbol y al Barcelona no le molestará hablar del pasillo ni se sentirá humillado, por el contrario, estará orgulloso de que su equipo, a pesar de todo, haya tenido los pantalones para felicitar al equipo campeón de aquella temporada, al igual que el buen madridista dejará de lado este estúpido argumento para intentar generar rabia en los culés ¿o es qué acaso cuando Casillas llama para felicitar a Xavi o Puyol por sus campeonatos se está humillando?

Ya me gustaría a mí (y supongo que a muchos culés y mismos madridistas románticos) saber qué pasaría si fuera el MOUdrid, a quien le tocara ‘hacer el pasillo’ al Barcelona, desde el mismo míster, buscaría la primera excusa para no presentarse al partido incluso arriesgando a perder por de faul.

Dejemos de lado este mito y lo que dentro de la cancha se está deformando por culpa de un individuo, tratemos de sanarlo desde fuera.

PD: quizá parezca que dos jugadores del Barça se borraron de aquella experiencia, pero hasta que ellos no lo declaren, todo será mera expeculación.

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Los titulares son los titulares; y la demagogia desde Madrid.

Muchos lo comentaríamos al principio del partido, menospreciar a un rival se paga caro, algunos obsesivos del Barça sabemos que después de fechas FIFA, el Barça suele darle descanso a algunos internacionales y por ende, perder puntos que incluso en el papel parecen ‘sencillos’.

El Barcelona como hace un año frente el Hércules, con quien se perdería 0-2 en el mismísimo Camp Nou por una falta de respeto hacia uno de los benjamines de la primera, hoy de nueva cuenta se creería que para ganar solo hace falta pararse en el césped. Pep, quien merece todo el respeto, más no es perfecto, volvería a hacer una de las suyas y alinearía jugadores alternos, y no solo eso, insistiría con el central más lento y ‘tronco’ de la historia del Barça, Busquets, quien volvería a hacer lo mismo que siempre, perder balones, sin embargo, cuando estos se pierden en la última línea y no en la contención, se notan más a la vista de la gente, al final la dupla de Busquets con otro central de muy buenas condiciones pero que también es muy lento, Fontàs, terminaría por destrozar el juego culé en Anoeta.

Así es, el Barça jugaba en uno de los estadios más complicados de la Liga, Anoeta, donde Pep no ha podido ganar, claro, solo son dos juegos, pero las dos veces dejó ir una ventaja que parecía determinante.

En tan solo dos minutos el Barça, gracias a los goles de Xavi y Fàbregas, se ponían por delante de los locales, sin embargo, a partir de este momento, no habría mucha intensidad de parte de los culés que parecían levitar sobre el campo sin ninguna intención, mientras Abidal y Mascherano que podían formar una central más que segura, Villa, Iniesta, Puyol y nada menos que el mejor jugador de la historia Messi, veían el juego desde el banquillo.

Todo parecía miel sobre hojuelas, pero al final y también en dos minutos, un centro desde la banda, llegaría a la zona de Busquets, quien volvería a demostrar que de marcar no tiene idea y el delantero del cuadro vasco remataba a placer acercando a la Real en el marcador. Y tan solo unos minutos después, tras una terrible sesión de Villa, Valdés saldría y Busquets metería la mano evitando el gol y cuando Fontàs tenía todo para despejar la pelota, no cambiaba la velocidad de su trote y llegaba Griezmann para empatar el marcador y dejar al Fútbol Club Barcelona sin respuesta, el juego se volvería ríspido y la entrada de Messi e Iniesta sería muy tardía, al final el Barça dejaría puntos y aunque falten 36 juegos, estos dos puntos pueden llegar a ser determinantes en una Liga que será más que complicada.

Y sobre otros temas, el Madrid ganaría gracias a un clavado de CR que el árbitro compraría y no solo eso, daría como penal una inexistente falta que era claramente fuera de la misma y que ameritaba tarjeta para el portugués, recordando que dos horas antes Lionel Messi sería amonestado por un contacto de mucho mayor claridad y fuerza dentro del área que también era ‘suficiente’ para marcar penalti, la gran diferencia, es que el portugués ya estaba amonestado y debía haber dejado a su equipo con 10 jugadores con el empate a uno en el marcador, cosa que por supuesto, nadie comenta en los sectores madridistas y que generan que la demagogia y la hipocresía sea ya inaceptable, y para colmo, Mourinho ‘acepta’ que no era penalti, pero hacen ver que de todos modos hubiera ganado el Madrid, pues eso no se sabe, puesto que hubiesen jugado con uno menos y aparte la asistencia a Benzema para el 3-2 es de CR, quien debía estar ya en las regaderas.

Mourinho se ha erigido héroe y caballero Blanco del Madridismo, algo patético si se consideran los hechos como son.

Al final el Barça pierde puntos por su ineficacia, relajación y poca seriedad en el encuentro, y el Madrid los gana por una ayudota arbitral, a pesar de haber sido mejor durante el partido, las cosas son así y me parece que la tónica será si no igual, muy similar.

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Un reinicio que sabe a inicio y la Liga Escocesa.

Entre la segunda y tercera jornada había una fecha FIFA que entorpecí todos los proyectos de clubes, recordando que la primera jornada había sido suspendida por una huelga, el torneo daría inicio y apenas los equipos se embalaban y comenzaban a jugar de manera oficial, una más de las más que incómodas fechas FIFA, desactivaban a los equipos.

Y quizá ya se haya visto el script de esta Liga, pero esta semana todo volverá a empezar de 'cero' y veremos si los equipos mantienen el nivel que están demostrando.

El Barcelona y el Madrid dieron muestra, una vez más, de su poderío, que algunos claman haber sido ganado gracias a los ingresos de la televisión de forma dispar entre estos dos y los otros 18 equipos de la Liga BBVA.

Quizá sea en parte cierto, pero históricamente el Real Madrid y el Barcelona siempre han sido los más poderosos, en todo el mundo sucede, muchos hablan de una Liga Inglesa más pareja, ¿es acaso cierto? El Arsenal tuvo sus momentos gloriosos hace ya unos años, el Liverpool tiene muchísimo tiempo que no la logra ganar y últimamente se la han disputado solamente el Chelsea y el Manchester United, quizá los siguientes equipos no se queden muy atrás en puntos, pero, de ahí a que haya posibilidades de que alguno sea campeón hay mucho trecho, quien vaya a apostar por algún campeón, seguro elegiría entre Chelsea y Manchester United, ni siquiera el City entra de forma seria en las apuestas.

Después encontramos la Serie A, muy pareja podría parecer, pero gracias al injusto descenso de la Juventus, y no injusto por ser inocentes sino porque el Milan, también debió haber sido descendido, el Inter tomó una supremacía muy virtual y que nunca fue real, puesto que sus campeonatos los ganó con los dos grandes en una reestructuración después de una sanción muy fuerte que afectó no solo lo económico y administrativo sino en lo deportivo, sin embargo, antes los campeones habían sido el Milan y la Juve y ahora ha sido el Inter, y justo este año volvió a ser el Milan, es decir un dominio de ‘tres’ que realmente siempre ha sido de dos, al igual que el Valencia o el Depor, con sorpresas de una Roma o una Lazio, no más.

Es decir, no es solo España y la Liga española la que sufre de alguna ‘disparidad’, las grandes Ligas de Europa lo sufren y así es por una razón, incluso la misma Champions, claro, olvidando el terrible nivel que se presentaría cuando Mónaco y Porto la ganaron, ha sido de unos pocos, Manchester, Liverpool, Real Madrid, Milan, Barça y el Inter, es decir, ninguna sorpresa.

Habría que darle más competitividad, si claro, a todos les gusta, pero en países como Argentina y México llamamos competitividad a la mediocridad, en México, todos los equipos aspiran al campeonato, aparte son dos al años y se clasifican a una mal llamada ‘liguilla’ que son más bien eliminatorias, los ocho primeros de una clasificación de 18 equipos, es decir, puede haber 16 diferentes equipos al año peleando por dos campeonatos, lo cual se ha traducido en que en los últimos 20 años, los ‘cuatro grandes’ de México tengan los siguientes números: Cruz Azul, 1 campeonato (8 en casi 50 años en la primera división), América, 2 campeonatos (10 participante de todas las ediciones de la primera división), Chivas, 2 campeonatos (11 en toda la historia de la primera división, 7 antes de 1970) y Pumas, 4 campeonatos (7 en total en 50 años en primera división). Esto es a lo que en México llaman competitividad, que los equipos grandes hayan ganado 9 campeonatos de los últimos cuarenta y que incluso equipos al borde del descenso aspiren a ser campeones, como si un Espanyol, un Zaragoza, pudieran aspirar a levantar la Liga con el nivel mostrado el año pasado y aquí en México los presupuestos entre un equipo América o Tigres son estratosféricos con otros equipos, por lo que se ha dado impulso a los jugadores con una regla en la cual los equipos deben cumplir ciertos minutos al torneo con jugadores menores de 21 años, lo cual se ha traducido en la revelación de muchos jugadores y ha nivelado más la Liga.

El punto es, si ustedes lo que quieren es este tipo de ‘competitividad’ adelante, quizá en un principio sea más entretenido, pero al final será muy ‘triste’ y el nivel se verá sumamente reducido, a mi me gustaría un gran trabajo en fuerzas inferiores y que la Federación haga algo por blindar a estas promesas y que no sea tan fácil ‘robarlas’, sin embargo, si alguien de verdad tiene una propuesta que no se base en lo económico, que la comente y que de argumentos, puesto que todos se quejan y se van a lo económico, pero al final, el Atlético pagó 40 millones por Falcao y veremos en que resulta después de la venta de Forlán por ‘casi nada’.

A todos nos gustaría una Liga más emocionante pero que no recale en la mediocridad, mucho cuidado con lo que se pide.

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