Pasión.
Desde pequeños, cada quien va rondando y encontrando cosas que lo hacen sentir y conocer emociones distintas y extremas, uno empieza a vivir y conocer las cosas que le gustan, se empieza a empapar de ellas, y cuando mira por encima del hombro, ve que el camino de regreso ya es demasiado largo para intentar regresar.
Claro, un análisis, siempre debe hacerse con cabeza fría y tratando de ser lo más objetivo posible, incluso, el aficionado más pasional, al enfriar su momento, criticará antes a su propio equipo, en busca de que este mejore cada instante más, antes que buscar cualquier escusa fuera de contexto, sí, es muy importante tener la cabeza fría al efectuar una crítica o un análisis que pretende ser verídico.
Muchas críticas han recibido los aficionados al fútbol (o a cualquier deporte, en especial, profesional y de conjunto), que no vivan así el ‘partido’, que les va a dar un infarto, que no pueden estar así por la vida, que no todo en la vida es ‘fútbol’, que el mundo no está contra tu equipo, que al final es solo un juego, que el siguiente lo ganan, que ya habrá más temporadas, que ya habrá más clásicos.
Habrá siempre aficionados a mil cosas y quien no comparta tu pasión no lo entenderá, así como será difícil entender la pasión distinta del que está sentado a tu lado, pero es que así se vive esto, el pasional del fútbol, así será siempre, se sentará frente al televisor o en la butaca del estadio, vivirá cada segundo y peleará cada centímetro del campo, celebrará los goles y sufrirá cada caída de su marco, no, no es malo, así también se disfruta, todos son directores técnicos, todos sabrán siempre cual era el cambio más indicado, e incluso, todos sabrán cómo se tenía que ‘atacar’ esa pelota botando en el área chica.
La razón la tendremos siempre todos, si cada cabeza es un mundo, imagínense cuantos mundos hay en el fútbol, cada una con una concepción distinta, ninguna equivocada, simplemente alguna se aplicará mejor en cierto contexto.
Los colores de uno u otro equipo significan mucho para cada quien, e incluso se genera una antipatía, en algunos casos llegando a un odio exagerado por algún rival, que nos hace tener fricciones incluso con gente que estimamos, pero esto queda ahí (exceptuando los casos de violencia, de los que nadie es partidario ni defensor) en el juego, en el partido, en la cancha.
No se trata de dejar la pasión de lado, siempre existirán muchos tipos de aficionados y tanto el ‘pasivo’ como el ‘activo’ van formando la imagen de la afición de un club.
Al final de cuentas, todos somos aficionados de una cosa, del fútbol, del gol, todos nos desvivimos y desbordamos de felicidad cuando nuestro equipo anota un gol, cuando nuestro equipo anota el gol al minuto 88, nos genera una cantidad inimaginable de sentimientos, que quizá, a quien no le guste el fútbol, nunca la podrá entender (lo cual no quiere decir que no la pueda sentir en algún momento con otras pasiones).
Seamos los mejores aficionados a nuestro equipo y a nuestra manera de ver durante los juegos, sintamos la pasión y aunque suene irónico, disfrutemos del sufrimiento que esos 11 jugadores y una pelota (en sentido bruto) nos regalan durante todo el año, disfrutemos de su entrega cada partido, pero seamos críticos y objetivos a la hora de dar un análisis, podemos demostrar colores objetivamente, no hablemos por hablar ni descalifiquemos por descalificar, al final, esto es fútbol, un hermoso deporte.
Esto va, también, para toda la prensa en general, hablando de selecciones y de clubes, no siempre se podrá ser el mejor, no siempre se podrá ganar todo y quien sube, algún día tiene que bajar, pero lo importante es el camino de regreso a lo máximo.
“El fútbol no es cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso”.
Bill Shankly.
Mail: un_cule_perdido@yahoo.com
Twitter: @UnCulePerdido
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