miércoles, 19 de septiembre de 2012

Entre lo épico y lo patético.



La Liga está siendo muy extraña, mientras un equipo, el Barça, gana 12 de 12 puntos, sufriendo un poco de más en ciertos partidos, hasta que un cierto jugador llamado Lionel Messi decide poner las cosas en su lugar y con dos destellos deja tumbado a cualquier rival.
El Barça llegaba, de nuevo, con un gran porcentaje del equipo llegando de viajes que las tan odiosas ‘fechas FIFA’ obligan a hacer a los jugadores internacionales, que esta vez le darían al Barça muchos dolores de cabeza, pues Alexis, Iniesta y Alves llegarían con lesiones de sus respectivos partidos, el mismo Messi venía muy cansado y tenía que estar en la banca un rato. El partido se ponía 1-1 y no sería hasta la entrada del argentino, cuando entonces el equipo blaugrana, se pondría por delante, con dos goles de este, y uno del siempre presente David Villa, que inexplicablemente, ha sido borrado por Tito, a pesar de demostrar una y otra vez, ser el delantero que el Barça requiere, en su lugar ha jugado Tello, quien se ha cansado de demostrar que aún no está en el nivel que se requiere para iniciar en el 11 culé.
 
Mientras tanto, del otro lado de la tabla, los merengues seguirían sufriendo, con una diferencia de 5 puntos frente a su más directo rival, salía a su partido en Sevilla, con la presión de verse momentáneamente ocho puntos por debajo y la presión se notaría al principio, cuando en los primeros minutos, el cuadro sevillista le anotaría al Madrid el 1-0, que curiosamente volvería a ser por una terrible marca a balón parado del equipo de la capital. Después todo sería desesperación, los de blanco no encontraban soluciones, Mourinho al medio tiempo cargaba con dos jugadores, pero el equipo seguía sin salir adelante, para los que entienden un poquito de fútbol, se puede observar que el problema no es de los jugadores, sino del Director Técnico, los blancos no juegan a nada, esperan que el físico los saque adelante y que sus jugadores definan el partido con individualidades.
En Champions la historia sería diferente, los dos equipos remontarían en los últimos minutos para acabar jugando 3-2 en su propia casa, los blancos frente al Manchester City y los Culés frente al Spartak de Moscú.
De nueva cuenta sería Messi quien decidiría el partido, y al estar el MVP+Alexis el equipo se vería impresionante, demostrando, que la titular se la deben jugar entre estos cuatro y no Tello, quien a pesar de su gol, si uno analiza el partido fríamente, falló demasiadas jugadas y entorpeció dos o tres contragolpes, insisto sin demeritar su presencia en el marcador.
Del lado blanco, una gran remontada, que debe causar euforia entre los aficionados, sin embargo, todo se amargó con las patéticas reacciones de los blancos y de su propia prensa, quienes celebraban el partido cual si fuera la final de la misma UEFA  Champions League. Una  actitud patética, sobre todo de la cabeza del equipo, el entrenador, Mourinho, quien envidioso del éxito de los jugadores, quienes volvieron a ganar sin tener una idea táctica clara, se tiraría al suelo y patearía una cámara buscando robar todo el protagonismo, patético, que después de haber cargado contra sus propios jugadores, de nueva cuenta, ahora se quiera llevar todo el mérito por un gran partido que fue exclusivamente mérito de los jugadores donde se encontraban los 7 jugadores que el quisiera haber cambiado a medio partido frente a Sevilla.
Patético el portugués, quien de verdad yo no entiendo como aficionados, jugadores, prensa y directivos del club siguen aguantando, todos y cada uno de sus berrinches, desplantes y desprestigios hacia la misma institución.
Allá ellos, que el equipo ya empieza a tener cicatrices, pero quien no quiera ver que se siga tapando los ojos, mientras tanto, el mejor equipo del mundo, A8.

PD: Todos los entrenadores tienen sus mañas, y la de Tito es Tello, esperemos que esto no nos cueste puntos y que los cuatro titulares de verdad empiecen a recibir el lugar que se merecen.

Twitter: @UnCulePerdido

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