La Liga está siendo muy extraña, mientras un
equipo, el Barça, gana 12 de 12 puntos, sufriendo un poco de más en ciertos
partidos, hasta que un cierto jugador llamado Lionel Messi decide poner las
cosas en su lugar y con dos destellos deja tumbado a cualquier rival.
El Barça llegaba, de nuevo, con un gran
porcentaje del equipo llegando de viajes que las tan odiosas ‘fechas FIFA’
obligan a hacer a los jugadores internacionales, que esta vez le darían al
Barça muchos dolores de cabeza, pues Alexis, Iniesta y Alves llegarían con
lesiones de sus respectivos partidos, el mismo Messi venía muy cansado y tenía
que estar en la banca un rato. El partido se ponía 1-1 y no sería hasta la
entrada del argentino, cuando entonces el equipo blaugrana, se pondría por
delante, con dos goles de este, y uno del siempre presente David Villa, que
inexplicablemente, ha sido borrado por Tito, a pesar de demostrar una y otra
vez, ser el delantero que el Barça requiere, en su lugar ha jugado Tello, quien
se ha cansado de demostrar que aún no está en el nivel que se requiere para
iniciar en el 11 culé.
Mientras tanto, del otro lado de la tabla, los
merengues seguirían sufriendo, con una diferencia de 5 puntos frente a su más
directo rival, salía a su partido en Sevilla, con la presión de verse
momentáneamente ocho puntos por debajo y la presión se notaría al principio,
cuando en los primeros minutos, el cuadro sevillista le anotaría al Madrid el
1-0, que curiosamente volvería a ser por una terrible marca a balón parado del
equipo de la capital. Después todo sería desesperación, los de blanco no
encontraban soluciones, Mourinho al medio tiempo cargaba con dos jugadores, pero
el equipo seguía sin salir adelante, para los que entienden un poquito de
fútbol, se puede observar que el problema no es de los jugadores, sino del
Director Técnico, los blancos no juegan a nada, esperan que el físico los saque
adelante y que sus jugadores definan el partido con individualidades.
En Champions la historia sería diferente, los
dos equipos remontarían en los últimos minutos para acabar jugando 3-2 en su
propia casa, los blancos frente al Manchester City y los Culés frente al
Spartak de Moscú.
De nueva cuenta sería Messi quien decidiría el
partido, y al estar el MVP+Alexis el equipo se vería impresionante,
demostrando, que la titular se la deben jugar entre estos cuatro y no Tello,
quien a pesar de su gol, si uno analiza el partido fríamente, falló demasiadas
jugadas y entorpeció dos o tres contragolpes, insisto sin demeritar su presencia
en el marcador.
Del lado blanco, una gran remontada, que debe
causar euforia entre los aficionados, sin embargo, todo se amargó con las
patéticas reacciones de los blancos y de su propia prensa, quienes celebraban
el partido cual si fuera la final de la misma UEFA Champions League. Una actitud patética, sobre todo de la cabeza del
equipo, el entrenador, Mourinho, quien envidioso del éxito de los jugadores,
quienes volvieron a ganar sin tener una idea táctica clara, se tiraría al suelo
y patearía una cámara buscando robar todo el protagonismo, patético, que
después de haber cargado contra sus propios jugadores, de nueva cuenta, ahora
se quiera llevar todo el mérito por un gran partido que fue exclusivamente
mérito de los jugadores donde se encontraban los 7 jugadores que el quisiera
haber cambiado a medio partido frente a Sevilla.
Patético el portugués, quien de verdad yo no
entiendo como aficionados, jugadores, prensa y directivos del club siguen
aguantando, todos y cada uno de sus berrinches, desplantes y desprestigios hacia
la misma institución.
Allá ellos, que el equipo ya empieza a tener
cicatrices, pero quien no quiera ver que se siga tapando los ojos, mientras
tanto, el mejor equipo del mundo, A8.
PD: Todos los entrenadores tienen sus mañas, y
la de Tito es Tello, esperemos que esto no nos cueste puntos y que los cuatro
titulares de verdad empiecen a recibir el lugar que se merecen.
Twitter: @UnCulePerdido
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